Traslado de infraestructuras, aplicaciones y datos desde servidores locales a plataformas cloud como AWS, Azure o Google Cloud.
Beneficio: Reducción de costos, mayor flexibilidad y escalabilidad.
Provisión y gestión de servidores virtuales, almacenamiento y redes bajo demanda.
Beneficio: El cliente paga solo por lo que usa.
Entornos de desarrollo y despliegue de aplicaciones sin preocuparse por la infraestructura subyacente.
Beneficio: Acelera el desarrollo y la innovación.
Implementación y personalización de soluciones SaaS (ERP, CRM, correo electrónico, colaboración, etc.).
Beneficio: Acceso desde cualquier lugar, siempre actualizado.
Soluciones seguras y escalables para guardar información crítica y respaldos automáticos.
Beneficio: Protección ante pérdida de datos y recuperación rápida.
Implementación de firewalls, cifrado, gestión de identidades y cumplimiento normativo en entornos cloud.
Beneficio: Seguridad integral para datos y aplicaciones.
Supervisión proactiva del rendimiento, disponibilidad y costos de los recursos en la nube.
Beneficio: Prevención de incidentes y optimización de recursos.
Desarrollo, integración y gestión de aplicaciones nativas en la nube y arquitecturas de microservicios.
Beneficio: Escalabilidad, flexibilidad y mantenimiento sencillo.
Análisis y recomendaciones para maximizar el rendimiento y minimizar los gastos en la nube.
Beneficio: Ahorro y eficiencia operativa.
Implementación de herramientas como Microsoft 365, Google Workspace, Slack, Jira, Asana, Trello, etc.
Beneficio: Trabajo remoto eficiente y colaboración en tiempo real.
Estrategias y soluciones para garantizar la continuidad del negocio ante fallos o ataques.
Beneficio: Tranquilidad y resiliencia empresarial.
Implementación de plataformas de análisis de datos, machine learning y automatización sobre infraestructura cloud.
Beneficio: Toma de decisiones basada en datos y escalabilidad.
